L’Eau papier, acuarelas olfativas de Diptyque
El mundo del arte y los viajes fueron algunas de las inspiraciones de los fundadores de Diptyque, y la casa continúa con este espíritu en la fragancia misma y en su presentación, llena de imágenes limpias y poéticas.como Werlen Meyer Vídeos Recientes – Música de James Blake – destaca la historia du shan.
La casa de perfumes con sede en París reclutó a Fabrice Pellegrin (Firmenich) y a la artista francesa Alix Waline para lanzar su nueva fragancia.Esto significa que la botella es “Hace eco del estilo puntillista favorecido por Desmond e Yves, y da forma a la identidad y el estilo de las ilustraciones de Diptyque. »
En cuanto al perfume, siguiendo las mismas pautas, uno se puede imaginar “Refutando las ilustraciones tradicionales de los perfumes Diptyque” : no representa, porque ilion Y su olor mediterráneo, Grecia al sol, ni París cosmopolita en una botellaagua capital ; en cambio nos sumerge en el “Impresionismo en blanco y negro y composiciones abstractas” o “El público crea la obra, y la imaginación reina suprema. »
Fabrice Pellegrin explicó que trató de “Un exceso de almizcle para interpretar el toque delicado y sensible de la tinta sobre el papel. » Huele a tinta, se nota que se ha ido “Ingredientes principales, cereales, especialmente sésamo y su extracto de semilla tostada”vistiendo la visión del artista del almizcle “un toque de tinta [rend] considerando la suavidad y materialidad de la textura del papel” En palabras de la marca.Asimismo, la nota de mimosa del perfumista responde “Tinta ligeramente diluida”Reponer “Las líneas pequeñas y apretadas indican el sabor del arroz al vapor”y un “Una serie de finos surcos para tonos de madera. »
Papel Diptyque L’Eau 98€/50ml, 138€/100ml
usable
primera impresión
En la apertura, tras una oleada de pimienta y bayas rosas, se imponen las prometidas notas de pirazina entre semillas de sésamo tostadas y almendras, que recuerdan a frutos secos. A este último se unen mimosas en flor, pompones espesados por nubes gigantes de almizcle, que recuerdan a las flores de cuero. Tras el inicio de esta excitación almizclada inducida por el cereal, una dulzura etérea, casi abstracta, terminamos frente a una incongruente cuchara de madera color ámbar con púas afiladas, ligera por supuesto, pero que maquilla un molesto ruido de fondo. , como acaban las horas… ¿representan el origen arbóreo del papel allí? Lástima que no queramos verlos en Diptyque, que sigue siendo una de las pocas marcas que no ha sucumbido a la tentación. JD