SensoryScore, el espectro completo de la música
Auparfum cedió la palabra a Eleonore de Bonneval para reflexionar sobre un concierto multisensorial en Londres organizado por el colectivo BitterSuite.
Descalzos, entramos en una de las salas de conciertos Richmix de Londres. Treinta de nosotros fuimos invitados a sentarnos en un círculo de sillas. Una orquesta de violinistas y contrabajistas está en el centro.
Afortunadamente, los bailarines se apoyaron en nuestros hombros, preocupados por si teníamos alergias alimentarias o hipersensibilidad a la luz.
El ajetreo y el bullicio se convirtieron en murmullos cuando la directora artística de SensoryScore, Stephanie Singer (en la foto a la izquierda), hizo el anuncio final. Sus cálidas palabras despertaron nuestra curiosidad.
Entonces nada.
Sólo un momento.
Tocan algunas notas, y pronto no podremos confiar en nuestra vista hasta el final del espectáculo. Los bailarines nos vendaron los ojos y estábamos casi listos para jugar a Colin-Maillard con ellos.Además de los objetivos de Singer “Quitarle el sentido de la vista le dio más espacio para jugar con el público”.
Sin visión, nuestras otras percepciones sensoriales no desaparecen. Sentimos al bailarín que nos fue asignado alejarse unos metros antes de regresar, tocándonos con la señal acordada para abrir la boca. Con confianza ciega, seguimos sus órdenes y descubrimos un paladar sorprendente. En concreto, nos recuerda que podemos experimentar la sensación metálica de la infancia cuando ponemos la lengua en la batería. Por curiosidad, tratamos de identificar, no estoy seguro, otros sabores de este bocado diseñado por el chef Adam Thomason.
Los bailarines de BitterSuite han avanzado y deambulado bajo nuestras narices con cintas inventadas por Sarah McCartney. Multisensorial, la experiencia deja temporalmente el sentido del gusto y realza nuestro sentido del olfato y del tacto.
En las notas de fondo de Sensory Score, escuchamos la composición musical de Tanya Auclair, quien le da a Singer y a otros artistas total libertad para interpretar su música. Esa carta blanca le permitió recibir unos meses después esta creación inmersiva y multisensorial, “como un auténtico regalo”.
El público también, al parecer.
El próximo concierto será el 28 de octubre a las casa redonda en Londres.